
Y ya por fin, llamamos para reservar para celebrar el día de la madre - dos turnos de cenas, a las 21 y a las 22.30, imprescindible reservar - y dejar de ser las que siempre miran desde fuera. Además fue un intercambio de papeles en toda regla, porque nos tocó junto a la ventana, y vimos pasar a mucha gente que miraba y hacía lo mismo que nosotras antes de entrar.
El Jardín Secreto es un sitio pequeño, de espacios pequeños, ideal para dos o tres personas. Lo bueno es que cada rincón está decorado de forma diferente, de modo que conocer una esquina del restaurante puede no tener nada que ver con las otras. Nada más abrir la carta vimos que la parte de dulces y cócteles era kilométrica: una gran opción es ir a merendar. No obstante la comida regular también está muy bien, aunque comimos poco porque no queríamos irnos de ahí sin ponernos hasta arriba con alguno de los postres.

Vamos, que cuando esté en el centro y me apetezca merendar ya sé a dónde voy a ir. Y tengo un par de amigas a las que les vuelve locas el chocolate, así que les recomendaré la parte de la carta de "orgasmos", diferentes combinaciones basadas en brownies de chocolate.
Un sitio diferente, original, y más barato de lo que parece desde fuera. Para conocer y repetir, a ver si así se pueden apreciar todos los detalles que lo componen. Si estás cansado de verlo desde fuera, vete descolgando el teléfono...
¿Dónde? c/ Conde Duque, 2 (Metro Ventura Rodríguez, Noviciado, Plaza España)
¿Cuánto? 15-20 €/persona (un plato, bebida y postre... y vaya postre - mayo 2015)
(Todas las fotos son del Twitter de El Jardín Secreto)
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