lunes, 11 de mayo de 2015

RESTAURANTE: El Jardín Secreto

Enlace permanente de imagen incrustadaEl Jardín Secreto es el típico restaurante en el que pasas por delante y no puedes evitar echar un vistazo dentro. Cuando hace buen tiempo, las ventanas están abiertas y el ambiente mágico del interior sale a la calle. Sí, si has pasado por delante tienes que saber de qué sitio hablo, aunque no caigas en el nombre. Una esquina en la calle Conde Duque, en la plaza Cristino  Martos, con luz tenue en el interior pero suficiente para darte cuenta que lo podría haber diseñado Julio Verne.

Y ya por fin, llamamos para reservar para celebrar el día de la madre - dos turnos de cenas, a las 21 y a las 22.30, imprescindible reservar - y dejar de ser las que siempre miran desde fuera. Además fue un intercambio de papeles en toda regla, porque nos tocó junto a la ventana, y vimos pasar a mucha gente que miraba y hacía lo mismo que nosotras antes de entrar.
  
El Jardín Secreto es un sitio pequeño, de espacios pequeños, ideal para dos o tres personas.  Lo bueno es que cada rincón está decorado de forma diferente, de modo que conocer una esquina del restaurante puede no tener nada que ver con las otras. Nada más abrir la carta vimos que la parte de dulces y cócteles era kilométrica: una gran opción es ir a merendar. No obstante la comida regular también está muy bien, aunque comimos poco porque no queríamos irnos de ahí sin ponernos hasta arriba con alguno de los postres.

Enlace permanente de imagen incrustadaPedimos carpaccio de camello y risotto con setas, este último especialmente rico, para compartir entre dos. Eso se queda algo escaso, pero contábamos con ello para no tener restricciones en el postre.  Quizá pensándolo a posteriori lo ideal habría sido un segundo para cada una, y olvidarnos del entrantes. En cualquier caso, la reserva mereció la pena: una tarta de tiramisú buenísima y uno de los denominados "viajes", en este caso a Marrakech: yogur, helado de chocolate blanco, coulis de fresa y almendras en una jarra de más de medio litro que realmente es para viajar a la otra punta del globo. 

Vamos, que cuando esté en el centro y me apetezca merendar ya sé a dónde voy a ir. Y tengo un par de amigas a las que les vuelve locas el chocolate, así que les recomendaré la parte de la carta de "orgasmos", diferentes combinaciones basadas en brownies de chocolate.

Un sitio diferente, original, y más barato de lo que parece desde fuera. Para conocer y repetir, a ver si así se pueden apreciar todos los detalles que lo componen. Si estás cansado de verlo desde fuera, vete descolgando el teléfono...

¿Dónde? c/ Conde Duque, 2 (Metro Ventura  Rodríguez, Noviciado, Plaza España)
¿Cuánto? 15-20 €/persona (un plato, bebida y postre... y vaya postre - mayo 2015)

(Todas las fotos son del Twitter de El Jardín Secreto)


No hay comentarios:

Publicar un comentario