El Teatro Pavón se ha despedido como sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con Celestina, la tragicomedia, de la compañía sevillana Atalaya. La obra es una versión de Ricardo Iniesta del texto de Fernando de Rojas.
Y vaya versión. Las decenas de miles de palabras, que supondrían unas diez horas de metraje - en palabras del director - se han visto reducidas a la hora y cuarenta minutos que dura el espectáculo. Perdón por la repetición, pero vaya espectáculo.
El resto de actores no desmerecen al lado de Celestina; al contrario, contribuyen con sus interpretaciones a construir una pieza de muchísima calidad con un estilo muy personal. Porque si hay algo que me llamó la atención es la expresividad y los movimientos de todos los actores, al principio algo exagerados pero que se acaban integrando en el montaje hasta quedar indisolublemente ligados a él. Movimientos de manos, de pies, casi baile o contorsionismo mientras declamaban, para dotar de fuerza y energía a un texto que, como su nombre indica, está a caballo entre la tragedia o comedia.
Hay música, a veces viniendo poco a cuento, pero sobre todo mucho arte. De hecho, a veces parecía que en lugar de en el teatro estábamos en el circo. Con únicamente seis taburetes de metal muy grandes, Calixto, Melibea, Pármeno, Sempronio... todos subían bajaban, saltaban, se metían debajo o entre las barras, sin abandonar el texto Deben terminar agotados.
Con todo esto, no es una obra de malabares o de artistas callejeros, sino que sigue siendo teatro, y del bueno. Yo no soy muy dada a experimentos escénicos, e iba un poco asustada viendo la información de la página web. Parecía que iba a ser canto o danza constante, sin mucho que ver con la obra, pero la verdad es que todos los recursos que se salen de lo habitual contribuyen a engrandecer el texto. Tiene mucho mérito, porque es una historia con potencial, pero que en las manos equivocadas puede convertirse en un fiasco y decepcionar, bien por exceso de innovación o de clasicismo.
En el término medio está la virtud, y ahí se encuentra Celestina. No se me ocurre mejor obra para abandonar el Pavón que ésta.
Celestina, la tragicomedia, de Ricardo Iniesta
¿Dónde? Teatro Pavón (c/Embajadores, 9 - Metro Lavapiés, Embajadores o Tirso de Molina)
¿Cuándo? del 14 al 17 de mayo de 2015
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