sábado, 13 de junio de 2015

RESTAURANTE: Knight'n'Squire

Esto es lo que se llama conocer un sitio de rebote. Un lugar que por lo visto es un clásico de las hamburguesas y de la comida americana en Madrid, ya que abrió sus puertas en 1974 (se dice pronto).

Hablo de Knight'n'Squire, alias El Nait, un local chiquitín (más de 4 personas es un reto comer) y oscuro cerca de plaza Castilla al que, honestamente, nunca entraría sin ir a propósito. Y no por nada, sino porque su aspecto oscuro, con la fachada llena de enredaderas, el toldito rojo y la armadura lo hacen parecer un poco raro.

Y raro es, sin duda, pero raro en el buen sentido: con una decoración hasta el techo incluida, una especie de árbol de navidad al revés, una colección de cervezas que ocupa media pared... vamos, lo que se dice un sitio muy original que sin duda llama la atención al entrar. 

Pero lo interesante es cómo llegamos hasta allí: gracias a la Ruta Burger de Hellman's, que está todo este mes de junio en Madrid, con 21 locales adheridos con la promoción de hamburguesa+bebida por 10 euros. El objetivo es encontrar la mejor hamburguesa de Madrid... y de hecho la del  Nait se llevó el galardón el año pasado. La página web de la Ruta es bastante floja, pero conseguimos preseleccionar 4, nos lo jugamos a los dados... y decidimos ir a comer a este local.

Nada más echar un vistazo a la carta, vimos que no estaba claro que compensara la oferta en este restaurante en concreto, ya que la hamburguesa más cara -la ganadora del año pasado - cuesta 6.60€. Así que pedimos esa, una bebida cada uno y una ensalada para compartir. El resultado: 10 euros por cabeza, algo dificilísimo de encontrar en Madrid y más con lo rica que estaba la hamburguesa.

También hay perritos calientes y bollos holandeses, todos muy bien de precio. Eso sí, no esperéis comida muy sofisticada. En concreto me da penita que las patatas que acompañan la hamburguesa sean patatas de bolsa o nachos. La ensalada estaba buena, pero tampoco tenía una elaboración espectacular. 

El servicio muy rápido, aunque amable amable no es que sea. Al llegar estaban todas las mesas ocupadas y pedimos esperar fuera, porque dentro hacía calor y no nos apetecía quedarnos en la barra. El camarero un borde, nos dijo que prefería que no, porque si venía otra persona no nos iba a guardar la mesa. Al final nos repartimos entre dentro y fuera, porque no nos fiábamos ni un pelo. Lo siento, pero ¿es muy difícil apuntar un número de teléfono o un nombre?

Eso sí, con lo que nos costó sentarnos, luego el hombre fue bastante amable. Aunque nos desanimó para probar la hamburguesa de la promoción cuando preguntamos por ella, al matizar que " no era estrictamente una hamburguesa". Una explicación un poco rara, no sé yo si así conseguirá que mucha gente la pruebe. 

Con todos estos matices, la experiencia fue muy recomendable. Buena calidad, razonable cantidad a unos precios que en Madrid ahora mismo son muy difíciles de encontrar. Eso sí, he leído en Internet que han subido en los últimos tiempos... ya nada es lo que era. Un sitio con mucha personalidad (no hay más que echar un vistazo a su kafkiana página web) y una opción a tener en cuenta para sorprender a amigos con ganas de buena comida. 

Espero hacer alguna que otra incursión más en las propuestas de la Ruta Burguer... ¡pero al menos un sitio nuevo a la saca!

¿Dónde? c/Félix Boix, 9 (Metro Plaza Castilla)
¿Cuánto? una hamburguesa, bebida y una ensalada para compartir entre cuatro, 10 €/persona (junio 2015)  (he leído en Internet que no admiten tarjeta de crédito, la verdad es que no tengo ni idea)

viernes, 12 de junio de 2015

TEATRO: Atchúusss!!!

No os lo vais a creer: voy a hablar de teatro y no va a ser del Teatro Pavón. No sólo porque haya terminado la temporada, sino porque aunque no lo parezca no es al único al que voy ;)

Así que abramos la mente y olvidemos el teatro clásico... aunque tampoco esperéis vanguardia. Toca hablar de Atchúusss!!!, una comedia basada en textos humorísticos del Chéjov más joven. Está interpretado por actorazos, que no actores: Fernando Tejero, Malena  Alterio, Adriana Ozores, Ernesto Alterio y Enric Benavent. 

Mi hermana idolatra a Fernando Tejero - tiene buen ojo - y a mí me gustan los autores rusos en general, y Chejov en particular. Así que qué mejor regalo de cumpleaños para ella (y un poco para las dos). 


En definitiva, el propio Enric Benavent y Carles Alfaro han utilizado cuentos cortos de la juventud de Chéjov - cuando firmaba como Antosha Chejonte - que rezuman comedia por los todos los poros. En concreto, han utilizado El canto del cisne, en el que un actor rememora su trayectoria en el teatro, para introducir La seducción, La institutriz, El oso,  La petición de mano y El aniversario. Los actores van cambiando de papeles a lo largo de las piezas, y se pasa de la sonrisa amable en la primera a la carcajada limpia de la última. Pero en general todas ellas consiguen despertar risas y sonrisas por todos los motivos imaginables en los espectadores.

Porque eso es lo más importante: es una comedia y nos hemos reído mucho. De hecho, muchísimo. Grandísimos actores, destacando en especial Malena Alterio y Fernando Tejero, que dan un juego increíble, y Adriana Ozores en La institutriz, la pieza que más me gustó y que es de rabiosa actualidad.

Y eso que al principio no lo veía yo muy claro: la verdad es que tarda en arrancar y el principio está envuelto en un halo teatral con el que no se sabe muy bien si se se busca la complicidad del público, estamos asistiendo a un vodevil o qué ha pasado con Chejov. Pero poco a poco entra en materia y acaba siendo una de las obras con las que más me he reído últimamente. Teatro, puro teatro. 

La puesta en escena está bien, recargada pero acorde con la época, al igual que todos los trajes y pelucas con los que van desfilando los actores. Eso sí, la obra comenzó casi diez minutos tarde, cosa que me disgusta. Realmente espero que el teatro no se convierta en el nuevo cine y la puntualidad siga siendo necesaria.

Dos horas y pico que recomiendo encarecidamente, sobre todo si habéis tenido una semana tristona. ¡La risa lo cura todo!

Atchúusss!!!, de Carles Alfaro
¿Dónde? Teatro La Latina (Plaza de la Cebada, 2 - Metro La Latina)
¿Cuándo? del 15 de mayo al 12 de julio

Nota: Recuerdo que en este teatro hay día del espectador y ofertas para estudiantes y tercera edad... recomedable, porque las entradas últimamente son bastante prohibitivas.

Nota: El éxito de mi regalo de cumpleaños queda demostrado en la crítica que mi hermana hizo de la obra: ¡no me digáis que no salió encantada!

jueves, 11 de junio de 2015

EXPOSICIÓN: Big Bang Data


He tenido esto un poco abandonado, y no es porque no tenga experiencias pendientes que comentar... ¡de hecho muchas veces es que no sé por dónde empezar!

En cualquier caso, vamos a lo que realmente importa: Big Bang Data, una exposición en la que tenía depositadas grandes expectativas - cada vez me doy más cuenta de que eso termina rebajando valoraciones....

Esta exposición de la Fundación Telefónica trata un tema muy interesante, el Big Data o lo que es lo mismo, la acumulación a gran escala de datos y el procesamiento y visualización de los mismos. Es un campo muy de moda e interesantísimo, porque sirve para explicar muchas cosas. De hecho, la propia visualización de tal cantidad de información es un arte: debe resultar clara, intuitiva... y bonita. 

Pero no sólo eso, sino el tomar conciencia de la gran cantidad de información de todo tipo que se produce, almacena y utiliza en cada momento es algo alucinante, sobre todo porque nosotros somos parte fundamental de ello, tanto desde el punto de vista de generación como de consumo de datos.

Pero bueno, que me enrollo. El caso es que dos amigos y yo, uno de los cuales trabaja en temas relacionados, fuimos una tarde de calor como preludio a un helado. Y... bueno. En fin, hay cosas curiosas, información curiosa, pero en general resulta poco intuitiva y sin un hilo conductor muy claro. Es más bien una amalgama de información sobre temas variados, que apela más al sentimiento de asombro al ver la cantidad de datos generados que a informar o demostrar cómo se tratan los mismos. También se veía que las cosas estaban poco cuidadas, como tratadas con poco mimo.
Eché de menos más parte de visualización, de que me mostraran qué se puede hacer con todo eso. También algo más interactivo con temas más cercanos, porque las únicas pantallas en las que se podían seleccionar datos eran confusas (había más pantallas que ratones para controlar) e iban sobre cosas como transacciones bancarias.

Creo que parte de mi disgusto también se debe a que un software para reconocer y contabilizar visitantes me identificó como "hombre". Supongo que sería por el pelo corto, pero le diría un par de cosas a los programadores respecto al entrenamiento del programa...

En definitiva, al contrario de lo que me pasó con la exposición de Ritmos de Luz, no puedo decir que haya sido una experiencia memorable. De hecho, mucho mejor fue el helado :)


Big Bang Data
¿Dónde? Fundación Telefónica (c/Fuencarral 3 - Metro Gran Vía)
¿Cuándo? del 14 de marzo al 24 de mayo
¿Cuánto? Entrada libre

jueves, 28 de mayo de 2015

RESTAURANTE: Ojalá

Hace un tiempo ya que oí hablar de este restaurante, cuyo nombre no sugiere el motivo de su fama: alberga una playa en su sótano. Aunque ahora que lo pienso... quizá Ojalá exprese el deseo de que lo único que falta en Madrid es una playa - yo preferiría un río más decente, pero eso es otro tema. 

El caso es que unos amigos fueron allí a cenar y me lo recomendaron, así que lo rescaté de mi lista de pendientes y uno de estos sábados de probar cosas nuevas nos fuimos para allá. Eso sí, imprescindible reserva, tanto para el restaurante en sí como para la playa. Por Internet se puede en el primer turno, a las 21, mientras que para el resto hay que llamar por teléfono. 

La verdad es que el restaurante merece la pena por la playa, yo para cenar en la planta de arriba preferiría otras opciones. Sobre todo al llegar y ver la cantidad de gente que había y lo apiñados que estaban. La verdad es que pensé que como todo fuera igual, iba a ser una experiencia poco agradable. Pero afortunadamente no fue así.

La planta de abajo, en la que está la playa, es bastante pequeña y tiene las mesitas y los asientos-cojines lo suficientemente separados como para no sentir agobio. La luz es más tenue, había música - sitio ideal para parejas, como imaginaréis -, y resultaba más cómoda de lo que parecía a priori. Mira que me habían avisado y por eso me puse pantalones, pero al final terminé descalzándome para estar lo más cómoda posible. 



En cuanto a la comida, este restaurante es del grupo La Musa, con el que ya había tenido buenas experiencias previas, y por tanto sigue la misma línea. Un poco de todo, elementos tradicionales presentados de forma original junto con alguna cosilla exótica. Buena relación calidad-precio y mucha variedad. Nosotras pedimos para compartir una ensalada, unas bravas y un hojaldre de pollo, champiñón y bacon, y la verdad es que nos quedamos bien, todo ello acompañado de una riquísima jarra de limonada. 

El servicio correcto, aunque se daban mucha prisa en traer la cuenta, lo que se ha convertido por desgracia en algo habitual en el centro de  Madrid hoy en día. 

Cuando volvimos al piso de arriba, nos reafirmamos en que lo único en común es la comida. Y para eso ya hay otros restaurantes. Desde luego, si no conseguís sitio en la playa, cambiad de opción para cenar. Pero si lo lográis, disfrutaréis de una velada muy chula en un sitio diferente. 

¿Dónde? c/San Andrés, 1 (Metro Tribunal)
¿Cuánto? 12-15 €/ persona (para dos personas: tres platos a compartir y un litro de limonada - mayo 2015)

martes, 26 de mayo de 2015

SAN ISIDRO: Fuegos artificiales en El Retiro



Esta es una breve entrada para reivindicar lo requetechulas que son las fiestas en Madrid, especialmente San Isidro. Oí a unas señoras en el Metro comentar:

" - ¿Y tú a dónde te vas este fin de semana? ¿Al pueblo?
- ¿Yo? ¡Qué va! ¿Has visto el programa de fiestas? Hay muchas cosas interesantes que hacer. "

Y efectivamente, en torno al 15 de mayo Madrid se llena de actividades y fiesta. Más allá de la tradicional Pradera hay pasacalles, teatro... y fuegos artificiales. Reconozco que es una de las cosas que más me gustan, y como últimamente suele coincidir que hace buen tiempo, es un evento imperdible de la primavera. Después de un picnic en El Retiro o directamente porque sí, es un gran espectáculo. "Espectáculo de luz y sonido" lo llaman últimamente, apelando a lanzar los fuegos al ritmo de la música de zarzuelas. Como sea, fuegos artificiales en estanque... aunque cuando terminan sólo se vea humo.

El año pasado no pude ir, pero me dijeron que no estuvieron demasiado bien. Éste había dos días, 15 y 16, y al menos los del primero estuvieron fenomenal. Con el parque lleno de gente, casi 20 minutos de luces. El dolor de cuello merece la pena, así que cuando vuelva a llegar mayo... ¡todos al Retiro!


Noches de Fuego y Música 2015 en el Parque del Retiro

lunes, 25 de mayo de 2015

TEATRO: De mutuo desacuerdo

Parece que últimamente sólo alterno entre teatro y restaurante, pero en mi defensa diré que es que después del primero suele venir lo segundo; y que esta semana ha sido mucho más teatrera de lo habitual.

Si el sábado fue Celestina, el miércoles tocó De mutuo desacuerdo, una comedia en el Teatro Bellas Artes con Toni Acosta e Iñaki Miramón. Había oído hablar muy bien de ella y tenía grandes expectativas, así que aprovechando el día del espectador y el ser estudiante... para allá que nos fuimos.

Y la verdad es que me gustó bastante, si bien creo que no llegó a colmar mis expectativas. La obra aborda una realidad muy dura y por desgracia muy frecuente: la relación de unos padres divorciados con motivo de su hijo, tercer protagonista, aunque invisible, de la obra. El tema es duro, pero la obra lo aborda desde el punto de vista de la comedia. De vez en cuando surgen las risas - por parte de algunos espectadores era un continuo, aunque yo no puedo decir lo mismo - pero la sensación agridulce no desaparece. Quizá también la obra apela a eso, a la incomodidad, a ser un espejo de una realidad con la que muchos espectadores pueden identificarse. Eso sí, sin juzgar y sin sentar cátedra sobre la moral, cosa que habría provocado un desastre casi seguro. 

Toni Acosta e Iñaki Miramón actúan fenomenal, especialmente gracioso el segundo, también por ese acento vasco llevado al extremo en algunas escenas. Se ve perfectamente cómo sus personajes van evolucionando, desde las discusiones iniciales cuando el divorcio es reciente, a una situación en el que ambos intentan poner de su parte, motivados también por el evidente trauma que está sufriendo su hijo. 

Y bueno, dado que no paro de enumerar cosas buenas, la verdad es que no entiendo por qué sigo diciendo que no ha cumplido mis expectativas. A lo mejor esperaba más comedia y menos drama; menos sensación de que lo que estaba viendo era la pura realidad, con difícil solución y un sinsentido desde fuera. Pero eso no es culpa del teatro, es más, puede que sea hasta el objetivo. Hasta el día 31 de mayo podéis verla y juzgar vosotros. Yo la recomiendo, aunque pueda herir susceptibilidades. 

¿Dónde? Teatro Bellas Artes (c/ Marqués de Casa Riera, 2 - Metro Banco de España, Sevilla)
¿Cuándo? Del 1 de abril al 31 de mayo de 2015

viernes, 22 de mayo de 2015

RESTAURANTE: Baobab


Después del cerrar la temporada en el teatro Pavón fuimos a cenar a Lavapiés. En el último mes he ido varias veces, de hecho tengo una entrada pendiente sobre comida india en ese barrio, pero ahora aprovecho para hablar de Baobab.

Yo ya lo conocía, lo descubrí hace tiempo con una amiga un domingo de otoño en el que queríamos comer bueno, bonito, barato y a ser posible original después de ver una exposición. Y Baobab cumple las condiciones, la verdad - bueno, a lo mejor "bonito", "bonito" no es, pero las otras tres compensan más que de sobra -.

Hablamos de un restaurante senegalés en la plaza de Mesón de Cabestreros, con una terraza bastante grande y con mucha fama. De hecho, las dos veces que he ido he optado por comer dentro: una por la cola tan tremenda que había para la terraza y esta última por el fresquito que hacía fuera, aunque eso no impedía que la susodicha terraza estuviera hasta los topes. Supongo que comer fuera ya pone el broche de oro a una experiencia de lo más recomendable, así que espero que a la tercera vaya la vencida.

Nos olvidamos de la terraza y nos sentamos dentro, donde hay pocas mesas pero siempre hay sitio. Es un mesón sencillo, típico mobiliario de gasolinera o de bar sin pretensiones con manteles de papel. La nota de distinción la pone la carta, con una serie de platos diferentes, de calidad, muy abundantes y a muy buen precio (entre 7 y 9 euros, y sales hasta arriba de comida). Eso sí, cuando te la entrega el camarero/dueño/lo que sea, te dice lo que hay disponible ese día, que suele ser aproximadamente la mitad de los 12 o 14 platos que aparecen. 



Hay una descripción de los platos disponible - de agradecer, dado que mi experiencia con la cultura gastronómica africana en general y senegalesa en particular es nula - y yo he probado ya el cuscús negro con carne y salsa, las brochetas y el arroz senegalés con verduras y pollo o pescado. La verdad es que todo estaba rico, pero me quedo con lo último. En concreto la forma de cocinar las verduras me parece espectacular: blanditas y riquísimas. En cuanto a cantidad, depende del hambre que se lleve, pero nunca he conseguido acabarme un plato entero yo sola, así que para una cena ligera... casi mejor compartir.

El servicio forma parte de la experiencia en sí, suele ser muy amable aunque un poco despistado. Ver a los cocineros con las túnicas de colores trajinando no tiene precio. Eso sí, que nadie piense que es un típico restaurante temático africano: se ve un ambiente muy auténtico de mesón familiar, así que a olvidarse de los estampados salvajes y el ruido de tambores y a disfrutar de la comida. Lo merece.



Baobab
¿Dónde? Plaza de Cabestreros, 1 (Metro Lavapiés)
¿Cuánto? Entre 8 y 10 € por persona, un plato y bebida (mayo 2015)

lunes, 18 de mayo de 2015

TEATRO: Celestina, la tragicomedia

El Teatro Pavón se ha despedido como sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con Celestina, la tragicomedia, de la compañía sevillana Atalaya.  La obra es una versión de Ricardo Iniesta del texto de Fernando de Rojas. 

Y vaya versión. Las decenas de miles de palabras, que supondrían unas diez horas de metraje - en palabras del director - se han visto reducidas a la hora y cuarenta minutos que dura el espectáculo. Perdón por la repetición, pero vaya espectáculo.

Para empezar, es muy difícil adaptar un texto así, pensado para ser teatro leído más que interpretado, pero Ricardo Iniesta lo logra a la perfección. Según dice, se centra en Celestina y mantiene gran parte de sus monólogos para que el espectador pueda apreciar todos los matices del personaje. Y lo consigue, gracias también a la sublime interpretación de Carmen Gallardo, que leo en la página web de Atalaya que ha recibido varios premios por esa interpretación. Se acumulan los matices en este personaje cruel, egoísta, feroz, interesado; y todos los transmite la actriz.

El resto de actores no desmerecen al lado de Celestina; al contrario, contribuyen con sus interpretaciones a construir una pieza de muchísima calidad con un estilo muy personal. Porque si hay algo que me llamó la atención es la expresividad y los movimientos de todos los actores, al principio algo exagerados pero que se acaban integrando en el montaje hasta quedar indisolublemente ligados a él. Movimientos de manos, de pies, casi baile o contorsionismo mientras declamaban, para dotar de fuerza y energía a un texto que, como su nombre indica, está a caballo entre la tragedia o comedia.

Hay música, a veces viniendo poco a cuento, pero sobre todo mucho arte. De hecho, a veces parecía que en lugar de en el teatro estábamos en el circo. Con únicamente seis taburetes de metal muy grandes, Calixto, Melibea, Pármeno, Sempronio... todos subían bajaban, saltaban, se metían debajo o entre las barras, sin abandonar el texto Deben terminar agotados. 

Con todo esto, no es una obra de malabares o de artistas callejeros, sino que sigue siendo teatro, y del bueno. Yo no soy muy dada a experimentos escénicos, e iba un poco asustada viendo la información de la página web. Parecía que iba a ser canto o danza constante, sin mucho que ver con la obra, pero la verdad es que todos los recursos que se salen de lo habitual contribuyen a engrandecer el texto. Tiene mucho mérito, porque es una historia con potencial, pero que en las manos equivocadas puede convertirse en un fiasco y decepcionar, bien por exceso de innovación o de clasicismo.

En el término medio está la virtud, y ahí se encuentra Celestina. No se me ocurre mejor obra para abandonar el Pavón que ésta. 

Celestina, la tragicomedia, de Ricardo Iniesta
¿Dónde? Teatro Pavón (c/Embajadores, 9 - Metro Lavapiés, Embajadores o Tirso de Molina)
¿Cuándo? del 14 al 17 de mayo de 2015


jueves, 14 de mayo de 2015

CONFERENCIA: De paso por Europa. El espíritu de las ciudades europeas y sus escritores

En cuanto vi el título de la conferencia, sabía que tenía que ir. Viajes y literatura en la misma frase. Y Europa. Pero, ¿a qué viene ésto? A la primera edición del festival El viaje y sus culturas, organizado en Madrid el pasado mes de febrero en el Centro Cultural Conde Duque. Leo en la presentación del festival: 

"El I Festival El Viaje y sus Culturas nace para celebrar el arte de viajar en todas aquellas manifestaciones de su creatividad: el arte, la literatura, el pensamiento, la música, la imagen, la exploración… [...]celebra la alegría del  viaje y la pasión de los viajeros, la conversación entre culturas y la enriquecedora diversidad del mundo"

Eso necesariamente tiene que ser interesante, diferente, novedoso. Y efectivamente, el programa lo era. Había actividades de todo tipo: conferencias, exposiciones, danza... pero por cuestiones que no vienen al caso tuve que seleccionar, y me quedé con la conferencia que ahora reseño.


Al salón de actos de Conde Duque acudimos unas cincuenta personas a oír hablar a Enric González y Javier Reverte, periodistas y escritores de viajes, que han tenido la suerte de residir en muchos lugares del mundo. Para ser justos, no era una conferencia sino una conversación, y el espacio estaba preparado para ello: dos sillones, una bola del mundo, botellas de agua. Comenzaron por Roma, dado que era el objeto del último libro de Enric González. Pasaron por Londres, París e incluso - aunque a regañadientes - Madrid. Contaron anécdotas de todo tipo, sus respectivas visiones de las ciudades, los sentimientos que les inspiraban. Se quedaron con ganas de hablar de América, porque la verdad es que ninguno de los dos parecía apreciar Europa más allá de sus grandes capitales - Madrid no estaba entre ellas - , lo cuál me sorprendió. Dejaron grandes perlas, se notaba que ambos no sólo han viajado, sino que también han leído mucho y tienen una amplia cultura. Citaron y recomendaron encarecidamente leer a Stefan Zweig, "el gran escritor de ciudades europeo", que es mi talón de Aquiles, y también mencionaron a Italo Calvino o la frase que encabeza este blog, que luego encontré que es del uruguayo Quintín Cabrera.

En definitiva, fue una experiencia muy interesante y recomendable, y desde luego los organizadores pueden contar conmigo para futuras ediciones si mantienen este nivel. Además, la "publicidad subliminal" funcionó y a los pocos días compré Historias de Londres, de Enric González, en el que narra sus experiencias en la capital inglesa mientras estuvo de corresponsal a través de una serie de anécdotas, tan simpáticas como su autor.

De paso por Europa. El espíritu de las ciudades europeas y sus escritores
¿Dónde? Centro Cultural Conde Duque (c/Conde Duque, 11 - Metro Ventura Rodríguez, Plaza España, Noviciado)
¿Cuándo? 19 de febrero de 2015 




lunes, 11 de mayo de 2015

RESTAURANTE: El Jardín Secreto

Enlace permanente de imagen incrustadaEl Jardín Secreto es el típico restaurante en el que pasas por delante y no puedes evitar echar un vistazo dentro. Cuando hace buen tiempo, las ventanas están abiertas y el ambiente mágico del interior sale a la calle. Sí, si has pasado por delante tienes que saber de qué sitio hablo, aunque no caigas en el nombre. Una esquina en la calle Conde Duque, en la plaza Cristino  Martos, con luz tenue en el interior pero suficiente para darte cuenta que lo podría haber diseñado Julio Verne.

Y ya por fin, llamamos para reservar para celebrar el día de la madre - dos turnos de cenas, a las 21 y a las 22.30, imprescindible reservar - y dejar de ser las que siempre miran desde fuera. Además fue un intercambio de papeles en toda regla, porque nos tocó junto a la ventana, y vimos pasar a mucha gente que miraba y hacía lo mismo que nosotras antes de entrar.
  
El Jardín Secreto es un sitio pequeño, de espacios pequeños, ideal para dos o tres personas.  Lo bueno es que cada rincón está decorado de forma diferente, de modo que conocer una esquina del restaurante puede no tener nada que ver con las otras. Nada más abrir la carta vimos que la parte de dulces y cócteles era kilométrica: una gran opción es ir a merendar. No obstante la comida regular también está muy bien, aunque comimos poco porque no queríamos irnos de ahí sin ponernos hasta arriba con alguno de los postres.

Enlace permanente de imagen incrustadaPedimos carpaccio de camello y risotto con setas, este último especialmente rico, para compartir entre dos. Eso se queda algo escaso, pero contábamos con ello para no tener restricciones en el postre.  Quizá pensándolo a posteriori lo ideal habría sido un segundo para cada una, y olvidarnos del entrantes. En cualquier caso, la reserva mereció la pena: una tarta de tiramisú buenísima y uno de los denominados "viajes", en este caso a Marrakech: yogur, helado de chocolate blanco, coulis de fresa y almendras en una jarra de más de medio litro que realmente es para viajar a la otra punta del globo. 

Vamos, que cuando esté en el centro y me apetezca merendar ya sé a dónde voy a ir. Y tengo un par de amigas a las que les vuelve locas el chocolate, así que les recomendaré la parte de la carta de "orgasmos", diferentes combinaciones basadas en brownies de chocolate.

Un sitio diferente, original, y más barato de lo que parece desde fuera. Para conocer y repetir, a ver si así se pueden apreciar todos los detalles que lo componen. Si estás cansado de verlo desde fuera, vete descolgando el teléfono...

¿Dónde? c/ Conde Duque, 2 (Metro Ventura  Rodríguez, Noviciado, Plaza España)
¿Cuánto? 15-20 €/persona (un plato, bebida y postre... y vaya postre - mayo 2015)

(Todas las fotos son del Twitter de El Jardín Secreto)


sábado, 9 de mayo de 2015

TEATRO: Don Juan Tenorio

A principios de año fui a ver una de las obras de teatro que más publicidad y expectación estaban teniendo. En los periódicos salió como una de las diez obras que había que ver en Madrid, y probablemente lo fuera. Por eso, y aunque ya no está en cartel en la capital, quiero dejar constancia de mi opinión aquí. Oh, sorpresa, no es tan positiva como la mayoría. Antes de seguir leyendo... hablamos de Don Juan Tenorio, de Blanca Portillo con la versión de  Juan Mayorga.

Don Juan es una de las obras clásicas que más me gustan, tengo muy buenos recuerdos de la infancia asociados con ella. Y yo sabía que iba a ver una versión, de verdad. Pero no que la versión sería tan histriónica, con un Don Juan con una dicción regulera - estábamos en primera fila - y con mucha violencia y muchos gritos. 

Ya el inicio es sorprendente: una mujer embarazada cantando cosas sin mucho sentido, no sólo al principio sino en todas las transiciones y cambios de escenario de la obra. La ambientación en general sigue esa línea de anacronismo: los hombres van con vaqueros y camisas, mientras que las mujeres llevan unas prendas que no se sabe muy bien si han salido de un bazar o de una tienda de disfraces. Por el contrario, la escenografía está muy bien trabajada. Lugares clásicos como la taberna, el convento o la reja están perfectamente ambientados. Situaciones como la cena de la noche de difuntos o la visita al mausoleo también llegan a espectador.

La historia de Don Juan no hace falta explicarla. Particularmente me gusta cómo estos versos definen al personaje:

“Por dondequiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí”

Blanca Portillo explica en la presentación de la obra que nunca ha entendido cómo un personaje así se ha convertido en un mito, en el paradigma del seductor y en un icono de la transgresión y la libertad. De ahí nace su deseo de llevar esta nueva versión a los escenarios, para enseñar al espectador quién es el verdadero Tenorio y por qué no debe ser un modelo para nosotros.

cartel def low allpictosNo obstante, quizá el problema es que la versión elegida no es la más adecuada, dentro de todas las que conforman el mito de Don Juan. Me explico. Don Juan como seductor, libertino y, lo fundamental, profanador del descanso de los muertos, tiene su origen en Tirso de Molina, anterior a Zorrilla. Este primer Don Juan no se redime al final, sino que es castigado por sus fechorías y su falta de respeto hacia el descanso eterno. No obstante Zorrilla es un romántico, y este movimiento ensalza la libertad en figuras a priori poco recomendables, como los forajidos o los piratas (recordemos a Espronceda). Es por eso que el Tenorio acaba siendo redimido, perdonado gracias al amor de doña Inés. Al menos en teoría, porque en esta obra doña Inés acaba escupiendo sobre don Juan, lo cual no sé muy bien cómo interpretar. En definitiva, si el objetivo de la obra era demonizar a un héroe romántico, mejor haber escogido otra cara del mito.

Por último, para evitar alargarme demasiado, decir que criticar la actitud de don Juan hacia las mujeres y hacer una versión en la que la mayoría de los personajes femeninos aparecen un tanto denigrados, es confuso. Desde las ropas a las actitudes: no me veo en las mujeres de la obra de Blanca Portillo, muy sexualizadas y presentadas como débiles. También estoy un poco cansada de que todos los desnudos teatrales sean femeninos. No siempre son necesarios, pero no por eso dejan de ser recurrentes ahora mismo. Para doña Inés, me sobraba.

En definitiva, una versión del Tenorio que no me ha gustado, quizá porque soy una apasionada de la obra clásica o porque no he sabido entender lo que se pretendía. La pega de las opiniones es que son subjetivas, para algo son opiniones, así que aquí dejo otra, que salió en El País, un poco más alegre para quien quiera darle una oportunidad a la obra.

Don Juan Tenorio, de Blanca Portillo
¿Dónde? Teatro Pavón (c/Embajadores, 9 - Metro Embajadores,  Lavapiés o Tirso de Molina)
¿Cuándo? del 9 de enero al 15 de febrero de 2015 (posterior gira por España)




sábado, 2 de mayo de 2015

RESTAURANTE: La Biotika

Tengo una amiga con la que suelo ir a sitios bastante originales. Ella lleva viviendo menos de un año en Madrid, pero no sé cómo se las apaña siempre para sorprenderme. Así que ya he decidido que me dejo llevar y apunto todos los nuevos descubrimientos que hago con ella: en algún momento podré utilizarlos para dar una sorpresa a alguien.

Dicho esto, hemos aprovechado el Día del  Trabajo para ir a comer a un restaurante vegetariano en la zona de Huertas: La Biotika. Sinceramente, nunca había ido a un restaurante 100% vegetariano, y creo que la oferta en Madrid es bastante escasa. Después de la visita, no entiendo por qué.

La Biotika es un restaurante, sí, pero también es un aula de estudios, una tienda ecológica... en definitiva, un punto de encuentro para personas interesadas en comida ecológica, fengh-sui, yoga, macrobiótica y actividades similares. La verdad es que no es mi perfil, pero me parece muy interesante que sitios como éste existan y me alegro de haberlo conocido.

Vayamos a lo que sí puedo juzgar - un poco más -: el restaurante. Es un local pequeño y acogedor, con capacidad para unas 30 personas. Elegir qué comer es fácil: hay un menú con distintas posibilidades regulares y una de degustación. Los precios son en función del tipo de menú (normal/degustación) y del día (laborable al mediodía/resto). 

Si no estáis acostumbrados a este tipo de comidas, no os preocupéis. Nosotras no entendíamos varios elementos de la carta, pero preguntamos y solucionado. Probamos crema de verduras, ensalada, y el plato principal, que llevaba arroz integral con sésamo, azukis (un tipo de judías) estofadas con verdura y repollo con salsa de aceituna negra. Un poco de todo, muy bien presentado y de calidad. De postre, ya que estábamos en plan sano optamos por macedonia y manzana asada, aunque los bizcochos que se estaban comiendo en algunas mesas tenían muy buena pinta. Además, si sobra algo puedes llevártelo a casa en unos tupperes de plástico muy apañados. Mucho verde, pero salimos llenas: de hecho la infusión de sauce tras el postre nos sentó fenomenal. 

El servicio es bastante atento, aunque un poco despistado con nosotras. Pero en general rápido y correcto. Se nota que es un sitio peculiar, familiar, en el que les gusta lo que hacen.

En definitiva, una buena opción si estás en el centro, para salirte de los típicos sitios de turistas y comer algo diferente a buen precio; o si quieres tomar algo ligero sin tener que cocinar. O sorprender a una amiga, en realidad. 

La Biotika
¿Dónde? c/ Amor de Dios, 3 (Metro Antón Martín)
¿Cuánto? Menú regular día no laborable 13,50 € (mayo 2015)

viernes, 1 de mayo de 2015

EXPOSICIÓN: Ritmos de luz

Este año ha sido declarado Año Internacional de la Luz y las Tecnologías basadas en la Luz, y la Fundación Telefónica ha decidido celebrarlo organizando una exposición llamada Ritmos de Luz en Madrid.

Home Movies, Jim Campbell (2014) © Cortesía del artista.
Pongámonos en situación, porque el título es cuanto menos sugerente, y el tema fascinante. La luz, desde un punto de vista poético o tecnológico - atisbos de deformación profesional - puede dar para mucho. Eso mismo piensa Jim Campbell, graduado en Ingeniería Electrónica y Matemáticas en el MIT. Él crea arte gracias a la luz, jugando con la tecnología y los efectos visuales. Esculturas, vídeos, montajes interactivos... y todo siempre mucho más de lo que parece.  Juega con la percepción, con diferentes técnicas de tratamiento de imágenes, con el espacio y con nuestra mente. Citando a Campbell y parafraseando el principio de incertidumbre: 

"Si uno trata de observar algo [...] influirá en ello [...]. Cuanta más información uno trata de obtener de algo, menos obtiene."

Precisamente, una de la cosas que más le gusta utilizar son vídeos de baja resolución, con un gran poder sugestivo.

Exploded View Commuters, Jim Campbell (2011). © Ruth Clark
A priori puede parecer una exposición un poco rara, estrambótica, una mezcla peligrosa entre arte moderno y tecnología - eso oí comentar a algunos de los visitantes ahí - pero creo que merece la pena dejarse llevar. Cualquier descripción o idea preconcebida probablemente hará menos interesante la experiencia, así que poco más tengo que decir.

La entrada es gratuita, y cuando yo fui no había mucha gente. Recomiendo encarecidamente coger uno de los cuadernos situados a la derecha, nada más entrar, en los que se encuentra una breve descripción de la veintena de montajes de la exposición. No sólo la motivación del artista, sino también qué tecnología ha utilizado. 

Un plan estupendo para una tarde de estas en las que no se sabe muy bien si va a llover o no; o simplemente una excusa para acercarse al centro de Madrid. Además, también hay una serie de visitas y talleres programados, por si a alguien le apetece seguir jugando con la luz.

Ritmos de luz, de Jim Campbell
¿Dónde? Fundación Telefónica (c/Fuencarral 3 - Metro Gran Vía)
¿Cuándo? del 1 de abril al 28 de junio
¿Cuánto? Entrada libre


sábado, 25 de abril de 2015

POESÍA: Noche de los Libros con Wislawa Szymborska

Desde que leo a Szymborska intento no perderme ningún evento relacionado con su poesía, porque siempre es un placer celebrarla en compañía de otros lectores. Afortunadamente, estos encuentros suceden con relativa frecuencia - frecuencia hablando de poesía polaca en España - gracias entre otras cosas al Instituto Polaco de Cultura, muy activo y siempre dispuesto a dar a conocer la cultura polaca en nuestro país.

Para quien a estas alturas aún no sepa quién es Szymborksa - qué envidia, puede empezar de cero con su obra - sólo diré que es una poeta polaca que recibió el Nobel de Literatura en el año 1996. Una personalidad fascinante y una poesía aún más fascinante. Yo no leo este género asiduamente, pero sus poemas son tan sencillos y a la vez tan profundos... habla de la vida, de la realidad, de las cosas que nos rodean, de una forma que estremece. Es clarividente y asequible, poesía para todos, nada de estos textos rebuscados y simbólicos que sólo se supone que entienden algunos críticos. Empiezas con un poema y antes de que te des cuenta tienes toda su obra en la mesilla de noche, lo digo por experiencia.




A lo que iba: esta Noche de los Libros en Madrid tuvo lugar la presentación de la próxima antología de Szymborksa que va a ser publicada en España por Nordica.

Es una excelente noticia que toda la obra de Szymborska esté publicada en  castellano, siendo más o menos difícil de encontrar. En los últimos tiempos hay numerosas reediciones y antologías, la mayoría haciendo referencia a las traducciones de Abel Murcia y Gerardo Beltrán, los traductores por excelencia de Szymborksa en castellano y unas personalidades interesantísimas. El encuentro con ellos y otro traductor de poesía polaca, Xavier Farré, organizado en la Comisión Europea, fue una de las mejores experiencias en las que participé el año pasado.

Bueno, que me enrollo. El caso es que se presentaba una nueva antología ilustrada por Kike de la Rubia en Ivorypress - una librería/galería de arte moderno muy peculiar en Comandante Zorita -. Para allá que me fui, quizá con las expectativas un poco altas. Pero adjunto la invitación para que se me comprenda.

La mesa redonda fue muy breve, con intervenciones de los ponentes arriba mencionados. Será porque he ido a varias actividades relacionadas con el tema, pero esperaba algo más. Al contrario que le pasó a Umbral, mucho libro y poca escritora. También eché de menos un turno de preguntas, algo para incluir al público. Quizá así habría sido algo más dinámico. La gente en estos casos suele querer participar. 

A continuación tuvo lugar el recital de poesía, y ahí sí me quito el sombrero. Oír a Szymborska siempre es un placer, y me pareció fenomenal - esperable, pensándolo fríamente - que la poesía se leyera tanto en castellano como en polaco. La voz de Irene Escolar era la más adecuada posible, y Jaroslaw Bielski no se quedaba atrás. 

Al concierto y al vino no me pude quedar, pero la verdad es que todo se me quedó muy corto. Empezamos como a las 20.15, y a las 21.20 salía de ahí. Pero lo peor de todo fue sinceramente la acústica. El equipo de sonido no estaba bien ajustado - o retumbaba o no se oía... quizá habría que haberlo probado antes - y el lugar no era muy idóneo. Con lo grande que era la galería, creo que se podía haber ubicado mejor a los 50 que éramos. Creo que se intentó que fuera en una zona con inclinación, pero la verdad es que el ruido de la puerta fue especialmente molesto. Más que la puerta en sí, el ruido de la calle cada vez que alguien entraba o salía. Jo, que era un recital de poesía: el silencio era imperativo. 

Pese a todo, recomiendo encarecidamente ir a cualquier evento de este tipo. Quizá yo soy excesivamente crítica, o es que ya he ido a unos cuantos, pero la verdad es que siempre me llevo algo nuevo y me alegro mucho de ir. Aún más si desconocéis a Szymborska. De hecho, para solucionar eso, el Instituto Polaco nos regaló un CD con algunos poemas de la poeta leídos por  Julia Gutiérrez Caba. Yo ya lo tenía - eventos anteriores - así que se lo regalaré a una amiga a ver si le pica el gusanillo y al próximo recital me la llevo.

Noche de los Libros con Wislawa Szymborska
¿Cuándo? 23 de abril de 2015
¿Dónde? Ivorypress (c/ Comandante Zorita 48 - Metro Santiago Bernabéu)

jueves, 23 de abril de 2015

TEATRO: Enrique VIII y la cisma de Inglaterra

Después de una mala racha de obras teatrales, fui en marzo a ver Enrique VIII y la cisma de Inglaterra en el Teatro Pavón. Iba por iniciativa de una amiga, porque nunca - o pocas veces - digo que no a una obra de teatro, pero sin demasiadas expectativas pese a ser una obra de Calderón. Quizá porque mi última experiencia con una obra clásica ante la que sí tenía expectativas resultó ser un desastre - lo dejo para otra entrada. Pero lo cierto es que salí encantadísima del teatro, después de ver una montaje muy trabajado y unas interpretaciones impecables.


La cisma de Inglaterra es una obra de juventud de Calderón y se sitúa durante el reinado de Enrique VIII (s. XVI), cuando se encuentra casado con Catalina de Aragón y aparece Ana Bolena. La denominada entonces "Cuestión real" surge cuando el rey se encapricha de Ana y pretende disolver su matrimonio con Catalina, con la que ya tiene una hija, María. Esto termina desencadenando la ruptura con la Iglesia Romana. 


EnriqueVIIcircular copia                          Hans Holbein d. J. 074.jpg 
                           Sergio Perís-Mencheta como Enrique VIII                     Enrique VIII por Hans Holbein, el joven


Aunque la obra parte de un hecho histórico, no se ajusta perfectamente a él. Calderón pretende dotar a la obra de un valor moralizante, y por eso deforma algunas situaciones.Se tratan temas que posteriormente aparecerán en obras mayores del dramaturgo, como el destino frente al libre albedrío o la importancia de anteponer el bien de la mayoría a los deseos individuales. En palabras de Ignacio García, director del montaje:

"¿Qué responsabilidad tiene un monarca frente al pueblo que gobierna? ¿Qué sucede cuando la máxima institución del Estado antepone sus deseos o intereses a los de su nación? ¿O cuando está mal asesorado por sus consejeros? ¿Qué espiral de caos, de violencia y de desorientación puede proyectar la corona sobre la Corte y el Estado entero? ¿Cuántas víctimas pueden quedar como rastro de un infame reinado? "

Efectivamente, son preguntas de escandalosa actualidad que nos hacen pensar y reflexionar. Al final de la obra, la respuesta es clara. Enrique VIII se arrepiente de haber repudiado a Catalina y a su hija María, y declara esta última heredera. Termina la obra con una corona sobre la cabeza de la princesa y todos los personajes repitiendo a coro una promesa de fidelidad al pueblo y a sus intereses. Un final bastante épico e impactante, buena muestra del dramatismo que impregna toda la obra.

Hasta aquí el argumento, , pero ahora toca hablar de los actores y la puesta en escena. Pepa Pedroche como Catalina está soberbia, al igual que Emilio Gavira como Pasquín, un bufón enigmático que aporta humor, sabiduría y cinismo a partes iguales. Pero en general todos los actores interpretan un gran papel, que contribuyen a elevar un texto menor y muy dramático a una gran obra teatral, todo ello por supuesto bajo la dirección de Ignacio García.

La escenografía y el vestuario merecen un aparte. Los trajes son sencillamente fabulosos y permiten ambientar perfectamente la obra. A esto también ayudan las dos músicas que tocan instrumentos tradicionales al borde del escenario durante toda la obra. La escenografía es limpia y efectiva, con efectos como los del espejo al final de la obra que aportan un toque diferente y sobre todo mucha mucha calidad.

Porque esta es la palabra que mejor define este espectáculo: calidad. Teatro clásico poco conocido, representado con mucha profesionalidad y arte. Un verdadero acierto, que no podría recomendar más.

¿Dónde? Teatro Pavón (c/ Embajadores, 9 - Metro Lavapiés, Embajadores o Tirso de Molina)
¿Cuándo? Del 27 febrero al 26 de abril de 2015

lunes, 20 de abril de 2015

RESTAURANTE: Goiko Grill

Dicen que son las mejores hamburguesas de Madrid. Desde luego si no lo son, poco les falta. Hablo hoy de Goiko Grill, un sitio al que fui con unos amigos para celebrar el inicio de la Semana  Santa... y no pudimos elegir mejor, la verdad.

Goiko  Grill es una idea que nace en una familia venezolana de origen vasco, los Goicoechea. La aventura comenzó con un primer local en María de Molina, hasta llegar a los tres que hay hoy (Conde Peñalver y General Perón, al que fuimos nosotros).

El ambiente es sencillo y desenfadado, aunque con una estética cuidada. La carta es monísima, la verdad. Pero bueno, vamos a lo que realmente importa... ¿qué pasa con las hamburguesas?

Goiko Grill - las Mejores Hamburguesas de MadridEn una palabra: ESPECTACULARES. La carta contiene todo tipo de hamburguesas, desde las más clásicas a las más originales, con ingredientes como guacamole, aceite de trufa, plátano o mantequilla de cacahuete. Todas con unos nombres muy chulos. Nosotros éramos cuatro, y cada uno pidió una distinta, todas ellas buenísimas y más que razonables en cuanto a cantidad... de hecho no fuimos capaces de llegar al postre.


Venga, ahora vienen las pegas, seguro que son carísimas. Pues nada más lejos de la realidad: todas están entre 8 y 10 €, lo habitual para este tipo de comida y con una relación calidad/precio que ya les gustaría a muchos locales.

Pero bueno, alguna pega tendrá que tener... si me tiráis de la lengua, diré que el camarero estaba excesivamente pendiente de nosotros, lo que a veces nos hacía sentir un poco incómodos. Dos veces tuve que decirle que aún no había terminado, porque quería llevarse los platos. Y eso sin estar el local lleno, así que un punto en contra para ellos.
Aún así, fue una experiencia súper placentera. Eso sí, el local es pequeño, y tengo entendido que los otros dos también, así que se hace imprescindible reservar. Yo llamé por teléfono, pero me remitieron a su web, en donde resulta muy fácil e intuitivo hacerlo.

Porque ese es otro punto fuerte: la huella digital. Tanto con su página web muy muy cuidada estéticamente, como con su actividad en redes sociales como Twitter, Goiko Grill resulta ser de los locales más activos y día. Eso siempre se agradece, aunque os advierto de que como entréis a ver qué pinta tienen las hamburguesas, lo siguiente es buscar un hueco en la agenda para visitarlo.

¿Dónde? Hay tres locales: María de Molina, Conde Peñalver y General Perón
¿Cuánto? Nachos como entrante para compartir, bebida y hamburguesa, 13-15 € por persona aprox. (marzo 2015)

sábado, 18 de abril de 2015

EXPOSICIÓN: Raoul Dufy

Las exposiciones del Thyssen siempre son un valor seguro. Sea de artistas conocidos o desconocidos, con temáticas más o menos populares, la verdad es que siempre que voy salgo encantada. La única pega es el precio, claro. Pero al final siempre es dinero bien gastado.

La última exposición que he tenido el placer de visitar es la de Raoul Dufy (1877-1953), un pintor francés. A lo largo de su vida pasó por muchas etapas - desde el postimpresionismo, al fauvismo y posteriormente al cubismo - antes de encontrar un estilo más personal. A éste están consagradas las últimas salas de la exposición, indudablemente las mejores. También trabajó desde otros puntos de vista a través de tapices, acuarelas, dibujos, cerámica o telas.

No sólo pasó por muchos estilos y soportes a lo largo de su trayectoria artística, sino que también tuvo que hacer frente a una enfermedad bastante limitante para alguien que trabaja con las manos, al menos en aquellos tiempos. Dufy comenzó a sufrir artritis en el año 1935, y fue uno de los primeros pacientes en recibir corticoides en EEUU en 1950, lo que le aportó calidad de vida en sus últimos años y le permitió seguir pintando.

Sea como sea, la exposición no es muy larga, pero sí suficiente para hacerse una idea de la capacidad creadora de este hombre. El estructura y presentación de las obras es impecable... y como siempre algunos de los mejores cuadros pertenecen a la colección privada de la Baronesa. 

Por último, en cuanto a temas prácticos, nosotros no tuvimos problemas de entradas, pero para ir a este tipo de cosas siempre me gusta reservar con antelación.

Y aquí dejo uno de los cuadros más bonitos de la exposición, si bien gana muchísimo en directo. De hecho, no parece ni el mismo.

El Museo Thyssen desvela la cara más íntima de Raoul Dufy, un gran hedonista
TATE, LONDON, VEGAP
'El campo de trigo' (1929)

Raoul Dufy
¿Dónde? Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8 - Metro Banco de España)
¿Cuándo? del 17 de febrero al 17 de mayo de 2015
¿Cuánto? Tarifa general 11€, reducida (consultar condiciones) 7€. Se pueden sacar con antelación a través de la web del Museo.

miércoles, 15 de abril de 2015

MÚSICA: Monstruos y villanos (OCNE)

Si empecé el blog hablando de la danza como asignatura pendiente, no puedo decir que la música se quede muy atrás. Pero por suerte últimamente aparecen oportunidades para remediar esas carencias, y una de ellas fue el concierto de Monstruos y villanos en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo de Cine, Música y Videojuegos.

bates
"Psycho" /Paramount
El concierto, a cargo de la Orquesta y Coro Nacionales de España, comprendía la interpretación de bandas sonoras de clásicos como Instinto Básico, Drácula, Alicia en el País de las Maravillas, Jurassic Park o Star  Wars. El hilo conductor eran los personajes más perturbadores y aterradores de la historia del cine. Miedo reconozco que no pasé, pero disfrutar disfruté un montón. 

La dirección estaba a cargo del alemán Frank Ströbel, que nos regaló tres bises y una noche inolvidable. Además del Coro Nacional, también participó en la segunda parte el Coro de Voces Blancas Antara Korai. 

/Twentieth Century Fox
Reconozco que mucha de la música era desconocida para mí, aunque eso no me impidió apreciar lo brillante de la selección. Muchas veces nos descubríamos con los pelos de punta, especialmente en el segundo acto. Eso sí, la elaboración del programa merece un toque de atención: lo que en principio iba a durar 1h30 se extendió hasta cerca de las 2h45 . Me parece incomprensible desde el punto de vista de la planificación del Auditorio, porque las piezas musicales duran lo que duran. 

Es imposible no destacar nuestro sitio. Estábamos sentadas en la parte izquierda de la orquesta, junto a los músicos. Me parece un lugar fantástico, porque además del espectáculo auditivo, es una fiesta para la vista. Tanta gente, haciendo tantas cosas además de tocar... mención aparte merecen los encargados de la percusión, de un instrumento a otro y haciendo mil malabarismos. Es verdad que la acústica puede no ser óptima, pero honestamente yo, no iniciada, lo disfruté muchísimo igual.

Una experiencia estupenda, la verdad, que me deja con ganas de más. Habrá que estar atentos a las novedades musicales...

¿Dónde? Auditorio Nacional de Música (c/Príncipe de Vergara, 146 - Metro Cruz del Rayo)
¿Cuándo? 10 de abril de 2015

lunes, 13 de abril de 2015

EXPOSICIÓN: 10 Picassos del Kunstmuseum Basel

A mi hermana le gusta mucho Picasso, así que esta semana la acompañé al Museo del  Prado a ver la exposición 10 Picassos del Kunstmuseum Basel, y de paso repasar algunas de nuestras salas favoritas - una visita a Las Meninas o a Las Hilanderas nunca viene mal. Antes de nada, es de rigor reconocer que a ninguna de las dos nos cuesta entrar al Museo del Prado.

Efectivamente, hay 10 Picassos colocados en la parte central del pabellón del Edificio Villanueva. La verdad es que hay algunos bonitos - todos eran desconocidos para mí - , y abarcan bastantes periodos artísticos del pintor. No obstante, no puede decirse que sea una exposición de Picasso de las inolvidables, aunque tampoco creo que sea el objetivo de la misma. Como complemento a una visita al  Museo está bien, sobre todo por lo llamativo que resulta ver arte moderno junto a Las Tres Gracias, por poner un ejemplo. Anacrónico cuanto menos. 

Creo que el cuadro que más me gustó fue éste, Muchachas a la orilla del Sena, según Courbet

Muchachas a la orilla del Sena, según Courbet (Les demoiselles des bords de la Seine, d'après Courbet), Pablo Picasso, Óleo contrachapado, 100,4 x 208 cm, 1950, Kunstmuseum  Basel, adquirido en 1955, Copyright Sucesión Pablo Picasso,  VEGAP, Madrid 2015 - Fotografía de la web del Museo Nacional del Prado

Así que lo recomiendo, en el sentido de que recomiendo visitar el Museo del Prado de vez en cuando para maravillarse con las obras que hay ahí. Y de propina, 10 Picassos. Quién sabe si después no empalmamos con el Reina Sofía...

¿Dónde? Museo Nacional del Prado (Paseo del Prado, s/n)
¿Cuándo? del 18 de marzo al 14 de septiembre de 2015
¿Cuánto? 14 € entrada general (consultar reducciones y gratuidad), incluyendo visita a la Colección permanente

RESTAURANTE: Crumb

El último descubrimiento gastronómico de esta Semana Santa en Madrid ha sido Crumb. Situado en la zona de Conde Duque - que aún tengo que seguir explorando -, oí hablar por primera vez de él en un reportaje de El Viajero, en El País. La primera vez que intentamos ir fue un poco a la aventura, sin reserva - a veces nos gusta vivir al límite. Efectivamente, resultó una opción inviable para un sábado por la noche. Así que a la siguiente, llamamos para evitar riesgos. 


Crumb es un local pequeño pero acogedor en el que tomar unos sándwiches de autor increíbles. La carta incluye varias combinaciones muy peculiares, desde sardinas a pollo con guacamole, para acompañar con guarniciones tales como patatas revolconas. He de decir que me puse muy contenta al verlas - además de lo ricas que estaban - porque es un plato que descubrí hace muy poquito gracias a una amiga de Ávila. Todos los sándwiches oscilan en torno a 10 euros, y también existe la posibilidad de tomarlos con pan especial - desafortunadamente no había el día que fuimos nosotras - por un euro más. La cantidad es suficiente: no vamos a salir de ahí sin poder comer en un mes, pero tampoco con hambre (atención comilones!). También se puede reprochar que son sandwiches un poco caros, pero yo creo que valorando el conjunto, así como la originalidad y la calidad de los ingredientes, es un exceso asumible para la cartera. 

En cuanto a los postres, la crema de yogur que preparan - casera, por supuesto - es absolutamente de otro mundo. Sólo se oía tintinear la cuchara, porque la verdad es que el tarrito de cristal en el que viene se nos quedó corto. Delicioso, de verdad. 

El servicio fue atento, y además ese día el local estaba medio vacío - como el resto de Madrid en Semana Santa, en realidad - así que fue doblemente agradable. Eso sí, recomiendo encarecidamente reservar. De hecho, al menos para las cenas, hay dos turnos.

Volveré, por lo menos a probar el pan especial... y a por otro par de tarros de crema de yogur. 

Crumb (La página web no es que sea el colmo de la información)
¿Dónde? c/ Conde Duque, 8 - Metro Ventura Rodríguez, Plaza España,  Noviciado
¿Cuánto? 15 €/persona, postre y bebida incluidos (abril 2015)



DANZA: Carmen

La danza es una de mis asignaturas pendientes, pero da la casualidad de que ha sido mi última experiencia en Madrid. En muy buena compañía fui a ver Carmen, en el Teatro de la Zarzuela, así que aquí os lo cuento.

Programa del ballet
Carmen es un ballet en dos actos basado en la ópera del mismo nombre con música de Bizet, que a su vez se basa en una novela corta del francés Prosper Merimée, publicada por primera vez en 1845. La historia, a grandes rasgos, es la de don José, un militar que se queda prendado de Carmen, una cigarrera gitana de Sevilla que enloquece a los hombres. Tal es su enamoramiento que abandona el ejército y acaba uniéndose a unos contrabandistas, de los que la gitana también forma parte. Pero Carmen no es mujer de un sólo hombre, y también está con un torero. Los celos hacen enloquecer a don José, que termina apuñalándola.


No he leído la novela ni visto la ópera, y he de decir que he conocido el argumento a posteriori. Me apetecía ver un espectáculo de danza, más después de la buena experiencia de El Sur. 

La versión que presenta la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección de Johan Inger se supone que es moderna y ambientada en los años 60, con ejecutivos y rockeros en lugar de toreros y contrabandistas - o viceversa, no lo recuerdo. Desde mi humilde punto de vista, es una interpretación como otra cualquiera al vestuario de los bailarines: sobrio y compuesto por trajes negros, a excepción de la chupa de lentejuelas del torero. Las mujeres, por el contrario, llevan unos vestidos preciosos que hacen que venga a la cabeza la imagen de gitanas y flamencas - no sé si eso es muy años 60.

Pero más allá del vestuario, el ballet está bien, aunque no puedo decir que sea el espectáculo de danza que más me haya entusiasmado. Es un placer verles bailar, eso sí, demostrando una coordinación y una elegancia más allá de toda duda. Pero el tipo de danza es un poco "contorsionista", con movimientos a veces poco fluidos. En el caso del protagonista, muchas veces sentía que estaba viendo una marioneta. 

La bailarina que representaba el papel de Carmen lo hace maravillosamente bien: transmite toda la sensualidad y fascinación que se presupone en el personaje. Creo que el espectador entiende por qué don José enloquece. Los números grupales también están muy bien, me gustó especialmente la discusión entre las mujeres en sujetador. 

Más cosas a destacar: la escenografía está muy cuidada, con unos cuantos bloques que van cambiando su orientación y posición a lo largo del ballet se recrean todos los escenarios. Eso es recurrente en el teatro últimamente, pero no deja de fascinarme. En cuanto a escenas memorables, he de decir que la muerte de Carmen me parece finísima. Comienzan a salir parejas a discutir, siempre acabando con la mujer muerta... preludio de lo que va a suceder con la protagonista. Finalmente don José la apuñala... y ella se aleja en ropa interior mientras su vestido queda "suspendido" en el aire.

Ahora vamos con algún contra... el director y coreógrafo, Johan Inger, se enfrentaba a un reto al tener que adaptar una obra con un marcado carácter español siendo él sueco. Según el programa, por eso decidió utilizar la mirada pura de un niño para acercarse a la historia. Efectivamente, crea un personaje que podría ser muchas cosas, y que aparece por las escenas casi siempre desde una perspectiva pasiva y observadora. Y yo lo siento, pero ese tipo de recursos no me aportan nada, y menos en un ballet. 

En cuanto al sitio, estábamos sentadas en las primeras filas del patio de butacas. No se ve mal, pero falta un poco de inclinación, ya que el escenario está un poco elevado. Probablemente el sitio óptimo para disfrutar de la danza sea el primer piso. 

Pese a todo, me alegro de haber acudido al teatro: disfruté del espectáculo - sobre todo del primer acto, mucho más luminoso - y lo recomiendo. Eso sí, sabiendo que no es un ballet clásico ni una obra tradicional. 

Carmen, de Johan Inger
¿Dónde?: Teatro de la Zarzuela (c/Jovellanos, 4 - Metro Banco de España o Sevilla)
¿Cuándo?: del 9 al 19 de abril de 2015